ekoalde

Edorta Lezaun (Lakar, 1967), presidente del Consejo de la Producción Agraria Ecológica (CPAEN), afirma que sostener el medio rural, recuperar la soberanía alimentaria, respetar el medio ambiente y proveer el acceso a una alimentación saludable son razones de peso para defender la producción ecológica, además de impulsar el empleo de calidad.

La realidad es que no comemos lo que producimos; somos lo que comemos y los y las consumidoras actuales están cada vez más preocupadas por su salud y la del medio ambiente. “La agricultura ecológica no es una moda y está para quedarse. El consumidor es el que tiene el poder. Cuando despierta su conciencia y consume producto ecológico se da cuenta del potencial de ese acto que lleva consigo apoyar a una pequeña explotación que crea puestos de trabajo y cuyos beneficios revierten en el entorno; consumir producto local y ecológico es más respetuoso con el medio ambiente y más justo socialmente”, explica Edorta.

En efecto, la demanda de producto ecológico se ha cuadruplicado en los últimos diez años. En Europa, según el Informe Eurostat 2019, la producción ecológica genera unas ventas por un valor superior a los 37.000 millones de euros anuales, un 11% más que el año anterior, y la agricultura ecológica alcanza los 12,6 millones de hectáreas. El modelo agroecológico apuesta por pequeñas explotaciones donde el productor tiene todas las herramientas. El reto ahora es unir producción y empresas de elaboración, además de favorecer una mayor conexión entre consumidor y comercio.

En este contexto surge Ekoalde, el nuevo centro de acopio y logística para la producción ecológica en Navarra. Esta nueva Asociación, fundada en noviembre de 2018, ha sido promovida por el Consejo de la Producción Agraria Ecológica (CPAEN), la Asociación de Empresas Ecológicas de Navarra (AEN) y el Instituto Navarro de Tecnologías e Infraestructuras Agroalimentarias (INTIA).

Nos hemos acercado a Lakar para conversar con Edorta Lezaun, impulsor de esta iniciativa desde CPAEN. Queremos escuchar su relato sobre Ekoalde y el proceso de puesta en marcha de la Asociación con el acompañamiento de K2K Emocionando.

Edorta, ¿por qué un centro de acopio de producción ecológica en Navarra?

El sector ecológico en Navarra está conformado por pequeños productores y pequeños comercios. Con esta iniciativa lo que se pretende es que los alimentos ecológicos de Navarra puedan estar en un mismo centro y llegar de manera conjunta a canales cortos de comercialización —Canal Horeca, comedores y comercio, además de otros posibles agentes—. Esto permite a quienes producen y elaboran alimentos ecológicos llegar de manera directa hasta su clientela, establecer entre ellos relaciones transparentes, a la vez que se promueve el consumo de alimentos 100% ecológicos y locales.

El consumo de estos productos está creciendo mucho; las personas estamos muy preocupadas por nuestra salud y somos cada vez más conscientes de la importancia de una alimentación saludable y de los problemas que acarrea el cambio climático. En Navarra existe un grupo de consumo muy potente, como es Landare, con 3.500 familias; también hay mucho comercio e incluso en las grandes superficies se ve un incremento cada vez mayor de este producto porque el consumidor lo demanda. Por tanto, los pequeños productores, o nos juntamos y agrupamos o vienen los grandes, se apropian del discurso y nos dejan fuera. Los pequeños nos tenemos que coordinar y cooperar para mantener un sistema que nos permita vivir a los agricultores y agricultoras en la identidad del campo.

¿Han cambiado los hábitos de consumo en los últimos años?

Cada vez hay más personas conscientes de que votar cada cuatro años no sirve para mucho, pero que si votamos cada dia con el carrito de la compra, haciendo una compra consciente, pensando de dónde vienen los alimentos, pensando a quién estoy favoreciendo, con productores del territorio, etcétera, las cosas pueden cambiar mucho más rápido de lo que nos dicen. Y este cambio lo está dando el consumidor, que va siempre por delante de las políticas y marca las líneas de consumo.

Nos obcecamos con la agroindustria, con las grandes producciones que generan, además, un empleo precario; nos fijamos en esos modelos de producción y no nos damos cuenta que potenciar la agricultura ecológica tiene la gran ventaja de que vamos a generar un empleo de calidad, que vamos a mantener vivos los suelos y territorios y que es la única forma de frenar el cambio climático. Estamos machacando el campo y dejando a nuestra juventud un futuro negro; día tras día se prohíben productos que hemos empleado durante años y que son nocivos. Muchos de ellos provienen de Monsanto; cuando se retiran unos, preparan otros que son igual de malos. En este momento, la ONU o la FAO dicen que como no reconstruyamos el modelo agrario tenemos los días contados; lo que va a alimentar al mundo son las pequeñas explotaciones.

El gobierno danés dice que para el 2025 quiere tener toda la agricultura y ganadería en ecológico porque los costes actuales en el medioambiente o en la salud de la ciudadanía hace que el modelo de agricultura actual sea mucho más caro que el de la agricultura ecológica. Si produces en ecológico ahorras porque se produce sin contaminar, los alimentos son saludables, sin insecticidas, y no generan enfermedades.

¿Cómo surge la Asociación Ekoalde?

Ekoalde se gesta en 2017 desde AEN y CPAEN; creíamos que era una acción prioritaria y arrancamos buscando alianzas y líneas de ayuda para poder articular la idea. Conseguimos que el proyecto accediera a una financiación de 220.000€ a través de la “Ayuda para proyectos piloto y para el desarrollo de nuevos productos, prácticas, procesos y tecnologías” de Gobierno de Navarra y teníamos dos años para desarrollarlo.

Una vez que se habían buscado las alianzas con INTIA y con AEN, veíamos que para poner en marcha este centro de acopio necesitábamos un acompañamiento externo para reflexionar, debatir y plantear un modelo de gobernanza y un plan de viabilidad para el proyecto. En primer lugar, queríamos que nos ayudaran a consultar a todo el sector para saber si la necesidad de este centro era compartida; además, queríamos que se analizaran las razones por las que no habían cuajado otras experiencias y que se buscaran referencias de otros modelos que sí están funcionando.

Pedimos algunas propuestas para este acompañamiento y cuando las recibimos vimos que la propuesta de K2K Emocionando era la que más nos encajaba. Conocíamos la experiencia Irizar y otros procesos de transformación organizacional que han ido desarrollando y tuvimos claro que queríamos contar con su colaboración. Así nos pusimos en marcha.

¿Cuál es la propuesta de reflexión o proceso que propone K2K Emocionando?

Como decía, lo primero que hicimos con K2K Emocionando es contrastar, no solo con los operadores y productores sino también con el pequeño comercio, pequeña restauración, grupos de consumidores, etcétera, si, realmente, lo que nosotros entendíamos como necesidad era una necesidad compartida en el sector. Además, queríamos saber si había una masa suficiente de agentes en torno al producto ecológico que quisiera estar presente de alguna manera en el proyecto o si estábamos dispuestos a formar parte de una organización de forma asociativa o cooperativa, algo que no teníamos claro en los inicios. En esta fase de escucha los 650 agentes que pertenecemos al CPAEN hemos tenido la oportunidad de ofrecer nuestro punto de vista.

Y a partir de ahí, el siguiente paso era ver cómo se sostienen económicamente los servicios que se van a prestar desde la Asociación Ekoalde. En un principio, no teníamos claro si íbamos a crear una entidad o no; Ekoalde es fruto de la reflexión que hemos realizado durante este tiempo porque todo estaba abierto y había otras opciones. K2K Emocionando nos ha ayudado a acotar el marco de trabajo y a  ir definiendo el proyecto poco a poco.

Durante el proceso de reflexión, además de la escucha al sector y definir los servicios que se iban a prestar, hemos ido concretando las herramientas de gestión, le hemos dado un nombre y una imagen a la Asociación, hemos construído la página web, hemos trabajado sobre el modelo de gobernanza y hemos ido adecuando las instalaciones ubicadas en Noáin, en el centro de la antigua Opposa, la Organización de la Patata en el Pirineo Occidental. Allí se comercializaba patata de siembra; son unas instalaciones faraónicas, de 15.000 metros cuadrados, que ya están prácticamente en desuso. En su momento, tenía mucho movimiento; tal es así, que había un apeadero del tren para cargar la patata directamente a los vagones.

Ahora, Gobierno de Navarra ha cedido un espacio en este centro a INTIA para impulsar proyectos de agricultura ecológica. De momento, se han acondicionado 600 metros cuadrados porque no necesitamos más; es una cesión provisional que esperamos se convierta en permanente.

¿Cómo se organiza Ekoalde?

El trabajo y la reflexión de estos meses nos ha llevado a plantear una asociación sin ánimo de lucro integrada por los productores —agricultores y agricultoras, ganaderos y ganaderas— y elaboradores y elaboradoras de Navarra que estén inscritos en el CPAEN, es decir, todos los productos que lleguen a este centro tienen que ser ecológicos y producidos y elaborados en Navarra.

Con K2K Emocionando creamos un Equipo de Pilotaje que ahora está constituído por las tres entidades promotoras, la Junta Directiva —en la que participan cinco productores de Ekoalde— y las dos personas que se han contratado para el Equipo de Gestión del centro, para lo que también hemos contamos con la ayuda de K2K Emocionando.

Durante los meses de reflexión, constituimos un Grupo de Contraste con personas voluntarias que representasen a los diferentes ámbitos del sector para ir definiendo cómo íbamos a funcionar, como nos íbamos a gobernar, qué modelo de asociación queríamos, etcétera. Como resultado, la entidad se ha conformado para ser participativa, asociativa y democrática, teniendo en cuenta a todos y todas las socias con un mismo peso en la toma de decisiones. Cada socio o socia tiene un voto.

Lo que ahora toma fuerza son estas dos personas que están trabajando de forma autogestionada en el día a día en el centro de acopio—encargadas de la operativa y de llevar a cabo los acuerdos tomados en los demás ámbitos— y la Junta Directiva, que representa a los socios y socias.

Para finales de 2019, desde Ekoalde, vamos a prestar servicios logísticos, de gestión y facturación o comerciales. Arrancamos ya con los servicios de comercialización en los circuitos cortos que generarán unos ingresos y se supone que a partir de enero de 2020 la entidad tiene que tirar sola con los recursos que vaya generando. De hecho, en breve, se podrán hacer los pedidos a través de la página web. Ekoalde gestionará los pedidos, contactará con sus productores y productoras, recepcionará la mercancía, entregará el pedido, etcétera. Los productores y productoras, por su parte, recibirán el pedido de Ekoalde y lo llevarán a sus instalaciones, siendo Ekoalde la encargada de su entrega.

Ahora mismo la Asociación agrupa a 53 operadores y operadoras ecológicas y seguirá abierta porque tiene vocación de integrar a la mayoría de empresas productoras y elaboradoras.

¿Cómo valoras el recorrido para la constitución de Ekoalde?

Hemos estado trabajando casi un año y hemos podido cumplir plazos, cronograma y objetivos. A nivel organizativo hemos avanzado mucho y, aunque sabemos que tenemos camino por delante, seguimos con muchas ganas. K2K Emocionando nos ha ayudado a escuchar, a reflexionar, a entendernos y a construir y dar forma a este proyecto. Nos seguirán acompañando unos meses más para acabar de poner todo esto en marcha.

Como dice Edorta, durante los próximos meses seguiremos dando soporte para el desarrollo del plan de trabajo. Construir una economía basada en el bienestar de las personas no es tarea sencilla, pero tenemos el convencimiento de que la solidez de los valores de Ekoalde es garantía de éxito para este proyecto pionero.