k2k_autogestión2

A estas alturas supongo que no hace falta que explique que uno de los elementos fundamentales del Nuevo Estilo de Relaciones (ner) es la utilización de la autogestión de una manera que muchas personas expertas en la materia como Frédéric Laloux, Corporate Rebels o Ana Moreno han elogiado en diversos artículos, libros y entrevistas.

No voy a insistir en que lo más importante del ner es la aplicación práctica de determinados valores como la confianza, la libertad, la responsabilidad, el compromiso, la generosidad, la transparencia y la visión de futuro. Tampoco voy a detenerme en volver a hablar de la necesidad de poner a la persona en toda su plenitud en el centro de la organización, ni de la importancia de construir un propósito común y que genere ese orgullo de pertenencia tan importante para el éxito de cualquier organización o proyecto.

Inicio una serie de artículos en lo que voy a centrarme en uno de los pilares del nuevo estilo de relaciones: la autogestión, y cómo generar estructuras que permitan su implementación a una organización.

Como explica muy bien Frédéric Laloux en su libro Reinventar las organizaciones, la autogestión es una de las grandes innovaciones que han puesto en marcha las organizaciones más evolucionadas que hay hoy en día en el mundo. Hasta hace unas pocas décadas, la corriente abrumadoramente dominante en el management entendía las organizaciones como “máquinas” más o menos complejas, donde debían construirse una serie de estructuras que permitiesen a cada persona funcionar como una pieza perfectamente engrasada de esa maquinaria. Estas estructuras son bien conocidas: la especialización, procedimentación y estandarización de las tareas, la jerarquía para la toma de decisiones y su transmisión, el control y supervisión permanente del sistema y la centralización de la información y la gestión.

El intento de convertir a las personas en meros engranajes de una compleja maquinaria siempre ha chocado con la constatación de que precisamente el mayor potencial de las personas se produce fuera de esa maquinaria, y con la realidad de que no es posible conseguir que dos personas se comporten exactamente igual y lo hagan igual cada día.

Pero, además, el exponencial crecimiento de la complejidad en la que se mueven las organizaciones, y la cantidad de situaciones que las afectan y que están no solo fuera de su control, sino incluso fuera de cualquier posibilidad de anticipación, han convertido en una tarea imposible lograr la necesaria adaptación con estructuras rígidas como las de la “máquina”.

La autogestión se basa en que la organización es efectivamente un sistema, pero que cada una de sus partes (cada persona) puede actuar de manera inteligente en cada momento, sin necesidad de tener un procedimiento previo o una instrucción superior o un cerebro centralizado; y que esa actuación individual y distribuida consigue que el sistema al completo se vaya gestionando de manera orgánica, armónica y tremendamente eficiente.

En lugar de “organizaciones máquina”, la autogestión nos permite las “organizaciones ecosistema” dotadas de una enorme capacidad de adaptación, flexibilidad y resiliencia. Además, son organizaciones que no pretenden eliminar la vertiente “humana” de las personas como sucede con las organizaciones máquina sino, muy al contrario, la potencian y la desarrollan puesto que es precisamente esa parte la que permite actuar a la organización como un verdadero ecosistema inteligente.

La autogestión no es falta de estructura, no es caos sin más, no es que cada cual hace lo que quiere. La autogestión es una forma diferente de organización que requiere unas estructuras determinadas sin las que el sistema no puede funcionar.

En el equipo de K2K Emocionando llevamos varias décadas trabajando en docenas de proyectos de transformación de todo tipo de organizaciones para que funcionen con la autogestión. Esta gran experiencia nos ha permitido ir probando, aprendiendo, corrigiendo errores y sorteando dificultades, hasta disponer en estos momentos de una serie de ideas y prácticas concretas, que puestas en marcha en una organización, pueden hacer que avance de manera real y rápida hacia una auténtica autogestión.

Estas son las 10 estructuras básicas que utilizamos en nuestro #nerbyK2K para lograr que las organizaciones dejen de ser “máquinas” y pasen a ser “ecosistemas” autogestionados:

  1. Los equipos autogestionados.
  2. La libertad y responsabilidad, los criterios generales y el consentimiento para la toma de decisiones.
  3. La accesibilidad de la información.
  4. El equipo de planificación para el compromiso.
  5. La coordinación general.
  6. El equipo de pilotaje.
  7. La Asamblea.
  8. Las experiencias compartidas, la polivalencia y el autoaprendizaje.
  9. El plan de ideas y objetivos (PIO).
  10. La participación en el resultado económico.

[NER BY K2K es la aplicación concreta que hacemos del ner desde el equipo K2K Emocionando. El nuevo estilo de relaciones (ner) es un conjunto de ideas, valores y criterios que muchas organizaciones están poniendo en marcha por su cuenta, incluso llamándolos de otras maneras; por lo tanto, no son “propiedad” de K2K Emocionando, si bien, en el equipo tenemos nuestra propia forma de desplegar el Nuevo Estilo de Relaciones, que denominamos #nerbyK2K].