Jaume Gurt (@JaumeGurt). Soy consultor independiente, conferenciante y autor de ‘Diseña tu futuro’. Siendo director general de InfoJobs construí una organización “casi Teal” de éxito.
Estas palabras no son mías, son de una de las personas que trabaja conmigo en InfoJobs. Hoy tengo la sesión de Open Offices en Barcelona, un espacio de una hora y media cada mes que puse en marcha hace un año. Un tiempo para que cualquier persona pueda sentarse con el Director General de InfoJobs, sin pedir cita, sin agenda, sin obligaciones, tan solo con la voluntad de querer estar, para hablar de lo que tú quieras, para preguntar, para traer ideas, para criticar constructivamente, para ser tú mismo.
El principio fue duro, me sentaba solo en una de nuestras salas de reuniones y empezaba a trabajar, esperando a las visitas, paredes de vidrio, transparencia pura sobre lo que sucedía dentro. El único instante donde trabajaba encerrado porque las primeras semanas no venía nadie. InfoJobs es una empresa sin despachos, así que resultaba extraño verme allí.
Los primeros en llegar tenían algo en común, todos traían quejas, dificultades, problemas. Empezamos bien, primero hemos de mejorar aquello que más ruido nos provoca. Son las situaciones más complejas de atender y no siempre lo puedes mejorar, pero son también las que resultan más visibles y apreciables por las personas, porque son las que duelen. “Tengo un problema en casa y esta semana debo estar allí para que puedan venir a arreglarlo. Me gustaría trabajar estos días desde casa”. En ese momento, aún no teníamos una política escrita al respecto. Era todo un reto pero, con voluntad, todo se puede lograr.
Dar primero abre la puerta para recibir más tarde, la fórmula casi infalible para crear un cambio y generar vínculo.
Nunca en la empresa se había escuchado tanto, nunca se les habían puesto palabras a tantas, pequeñas y grandes cosas, que podíamos mejorar; mientras, se entretejían relaciones de confianza entre la dirección general y todos los empleados que quisieron pasar por allí. “Hola, tan solo vengo a verte para conocerte un poco más, mis compañeros me han hablado muy bien de ti”. ¡Qué GRAN oportunidad para conocer a las personas que trabajaban en InfoJobs y poder presentarme en profundidad!
Uno se compromete con lo que conoce, con lo que siente cercano y que resuena en su interior.
Poco a poco, la diversidad de personas fue aumentando, personas de todos los departamentos, sin excepción, pasaron por este espacio. Fueron apareciendo energías nuevas, de venir a pedir a dar, con propuestas, con mejoras de lo establecido, intercambio de opiniones o ideas de negocio. Estaba claro que, con el paso de las semanas, mi constancia y el hecho visible que de allí surgían cambios y acciones, motivó a las personas a comprometerse un poco más con la compañía, con su bienestar, con su progreso y sus resultados. “He realizado un pequeño análisis de mercado y veo que tenemos una oportunidad en un nicho nuevo: los freelances. Las tendencias hablan de un fuerte incremento para los próximos años”. El primer paso que dio lugar, con el apoyo de la compañía, a un análisis en profundidad y terminó convirtiéndose en una realidad.
Cuando empoderas a las personas sacan la mejor versión de sí mismos.
Lo más difícil del proceso fue aprender a sostener y tomar, sin rebatir, aquellas ideas u opiniones que no me gustaban o con las que no estaba de acuerdo. Ese era un espacio de escucha, de recibir todo lo que se decía con agradecimiento, como si fuese un gran regalo. Es la única forma que he aprendido para comprender en toda su profundidad lo que las personas te entregan en sus conversaciones.
Practicar la escucha activa y preguntar con interés real inicia el camino a la empatía con las personas.
Y finalmente, llegó el momento de recibir agradecimientos (cuanto nos cuesta en España reconocer y agradecer), por la escucha, por el espacio creado, por las acciones tomadas, por el cuidado y respeto entregado, por la confianza generada, por hacerles sentir que todos y cada uno de ellos eran importantes, por los cambios que había traído esta iniciativa.
En mi último Open Offices, una persona me dijo con alegría, orgullo y satisfacción “esta es la mejor empresa del mundo”. Sin duda alguna, se siente a gusto, vibra al trabajar con nosotros y lo cuenta a sus amigos y familiares, lo contagia allí por donde camina. ¿Cuánto vale este gesto? ¿Cuánto compromiso destila? ¿Cuánta potencia tiene para crear, innovar, vender o atender a un cliente?
Pusimos en marcha esta y otras muchas cosas, todas mirando a los/as trabajadores/as como personas, y en solo dos años llegamos a ser Nº1 Best Places To Work. El mayor orgullo para mí fue lograr un cambio significativo en los resultados eligiendo el camino de las personas. ¿o es que acaso hay otro camino que nos ofrezca los mismos resultados entregando tanta satisfacción a tu alrededor?
No sé qué me espera en la Open Offices de hoy, pero sí puedo garantizarte que valdrá la pena.