En las organizaciones NER son muchas personas que tienen la función de liderar un equipo. Casi todas ellas resultan elegidas por el propio equipo; los equipos van cambiando de liderazgo cada pocos años, por lo que en poco tiempo muchas personas de la organización han desempeñado este papel. Así que, hablar de liderazgo en NER es, en la práctica, hablar de las actitudes del conjunto de la organización.
Esta es la razón por la que desde K2K Emocionando no impartimos una formación específica para el liderazgo -aunque estamos trabajando para facilitar, en el futuro, algún tipo de sencilla guía- sino que es el ejemplo de otras personas, y las propias intuiciones, las que van moldeando el comportamiento de cada cual, teniendo en cuenta que la propia estructura organizativa -basada en equipos autogestionados, en la transparencia, la confianza, la visión de futuro, la corresponsabilidad, etcétera- establece un marco muy claro en el que actuar. En consecuencia, la cultura organizativa se va construyendo con las experiencias y actitudes más acordes con dicho marco.
Hay que puntualizar que no es lo mismo actuar en una organización NER que en una organización en la que hay una estructura jerárquica piramidal tradicional donde se sustituye el nombre de ‘jefe’, ‘encargado’ o ‘director’ por el de ‘líder’, pero el contexto sigue siendo el mismo.
Después de más de una década, docenas de experiencias en diversas organizaciones y varios centenares de personas liderando equipos, no es fácil definir cómo es el liderazgo NER, pero sí podemos extraer algunas pocas conclusiones sobre cómo NO actúan las personas que lideran o que participan en un equipo NER. Teniendo en cuenta que todas las personas somos imperfectas y cometemos errores involuntarios o caemos en incoherencias a veces conscientemente, vamos a analizar las 5 cosas que (casi nunca) hace una persona en una organización NER:
1. Frente a un problema, esperar a que ‘alguien haga algo’: las jerarquías y departamentos trocean y reparten la responsabilidad, de manera que a las personas se las convierte en irresponsables -excepto de aquello de lo que expresamente se les ha indicado que son responsables-. En las organizaciones NER, hay transparencia absoluta, libertad absoluta y responsabilidad absoluta, por lo que cualquier persona, cualquier líder o cualquier equipo puede y debe actuar frente a cualquier problema o incidencia que se presente. Obviamente, esto no es fácil ni se consigue en poco tiempo, pero es una base fundamental sobre la que se asientan las organizaciones NER.
2. Actuar por su cuenta y riesgo sin consultar a otras personas: esto es lo que habitualmente hace un ‘jefe’, que es para lo que le pagan, para que actúe, para que decida, para que ‘meta mano’ a los temas. Una persona en una organización NER -esté liderando o no un equipo- antes de actuar pregunta al resto del equipo, consulta con otras personas en las que confía por su experiencia y buen criterio. Solo cuando, honestamente, ha tomado en cuenta todas las opiniones, es cuando actúa.
3. Hablar primero y escuchar ya tal: no es fácil contener los egos en una organización basada en la jerarquía y en la que, en consecuencia, es necesario ir ‘ascendiendo’. Por eso, especialmente los mandos y directores, creen que deben decir siempre la primera y la última palabra o, de lo contrario, sus galones quedarán en entredicho. En una organización NER, los egos no son tan necesarios y se da un contexto más propicio para fomentar la escucha activa. Las personas pueden intercambiar opiniones y darles más crédito a unas o a otras basándose en el conocimiento y no en la jerarquía, lo que facilita el intercambio y la colaboración.
4. Mandar mucho y explicar poco: ‘porque no y punto pelota’, ‘porque lo digo yo’, ‘porque así se ha hecho siempre’; son frases que no se escuchan a menudo en una organización NER. Mandar es un atajo, es un intento de evitar tener que dar explicaciones de por qué hay que hacer lo que hay que hacer. Como dice el refrán, ‘no hay atajo sin trabajo’ y sabemos que no es lo mismo que una persona conozca y entienda los motivos por los que algo debe hacerse o que, simplemente, se le diga lo que tiene que hacer, sin más explicación. Probablemente, en el corto plazo ganemos un poco de tiempo; a la larga, convertimos a las personas en meras marionetas, en herramientas que alguien debe manejar.
5. Esconderse tras los procedimientos o en los despachos: las personas formamos las organizaciones y las personas necesitamos relacionarnos e interactuar. En las organizaciones donde impera la jerarquía, el control y la falta de transparencia, a muchas personas -especialmente a los ‘mandos’- se les hace muy cuesta arriba relacionarse en estas condiciones, motivo por el cual consciente o inconscientemente se busca sustituir dicha relación por la procedimientación o el papeleo.
Una persona que lidera o que participa en un equipo de una organización NER es consciente de la dificultad que entrañan las relaciones humanas y también es consciente de que no es posible sustituir el trato directo y personal. Siendo esto así, procura construir unas relaciones sanas y armoniosas.